Hace más de 300 años, fruto de un intercambio comercial con América, llegaron las judías en Castellfollit del Boix (Bages). De hecho, en 1789 el escritor inglés Arthur Young ya mencionaba la presencia de la judía de Castellfollit del Boix a su libro 'Viaje por Cataluña’“En el libro menciona las hileras de judías plantadas con una separación de 18 pulgadas entre hileras y 10 pulgadas entre plantas”. Con una historia consolidada y unas características organolèptiques propias, las flores son completamente blancas. Las vainas son de color verde y tienen una longitud mediana, sus semillas son blancas, tienen forma rectangular/ovoide y son bastante aplanadas, de piel muy fina, medida pequeña, textura cremosa y gusto suave ligeramente más intenso que la variedad de referencia "Ganxet", la judía de Castellfollit del Boix tiene unas calidades propias que la hacen muy apreciada por los paladares.
La judía que crece a Castellfollit "es de origen mexicano y está emparentada con una judía que se cultiva en los Estados Unidos". Es una judía pequeña, que sensorialmente se caracteriza para tener muy poca percepción de la piel, no se rompe cuando se cuece y es cremosa y con un gusto suave.
Antiguamente la judía era un alimento de autoconsum a la mayoría de casas del territorio y no se hacían grandes producciones. Esto, hace que la judía de Castellfollit sea un producto especialmente apreciado, además de comportar una singularidad extraordinaria en nuestro territorio.
Estas judías se cultivan en una zona, donde la tierra de cultivo es fina y arenosa y rica en cal, cosa que transmite un toque especial a la judía de Castellfollit, crece de una planta de mata baja y pequeña, tiene crecimiento indeterminado, pero se cultiva sin ningún tipo de tutor. En un clima cálido y a una altura superior a 700 metros.
Se trata de una variedad no muy temprana, con una media de 44 días transcurridos desde la siembra aproximadamente a finales de Abril hasta el momento de su cosecha, que se lleva a cabo durante el mes de Julio y parte de Agosto. Estas fechas son orientativas y pueden variar en función de las condiciones ambientales.
La cocción de la judía tarda unas dos horas.
Se acostumbra a consumir con butifarra a la brasa, así como con tocino, guisada con cebolla, con setas, en tortilla...
ATRIBUTOS Y PROPIEDADES NUTRICIONALES:
La judía, como el resto de legumbres, es un alimento que contiene principalmente hidratos de carbono complejos. Además, aporta una cantidad importante de proteínas, que a pesar de ser de un valor biológico inferior, si se combinan con cereales se obtiene una proteína de elevada calidad. También hay que destacar su contenido en fibra, que mejora el estreñimiento, disminuye el riesgo de cáncer de origen gastrointestinal y favorece la saciedad.